NOTICIA: Un grupo de arqueólogos ha descubierto en la Tosacana el esqueleto de una mujer que habría fallecido hace unos 800 años, con siete clavos incrustados en la mandíbula, y otro esqueleto de mujer cerca del lugar, rodeado de 17 dados (número de la mala suerte e Italia) Según los expertos, este tipo de "castigo" se aplicaba a las condenadas por brujería. El esqueleto de la mujer se encontraba sin mortaja ni ataúd, un hecho que señala a la mujer como "condenada a arder en el infierno". La tortura con clavos también se llevaba a cabo en otras partes del cuerpo como alrededor de los restos, en los que se encontraron también numerosos clavos que estarían prendidos a la ropa de la víctima. En este sentido, también se baraja la posibilidad de que los clavos enterrados tuvieran que ver con un ritual para evitar que la fallecida pudiera "resucitar". Los arqueólogos consideran que los entierros de estas dos mujeres podrían estar conectados por algún tipo
Mi cuarto propio para la historia, la Historia de las mujeres y las mujeres ilustres.