La sufragista que impulsó la celebración del 8 de marzo como día internacional de la mujer
Afortunadamente de esta insigne mujer ya hay multitud de biografías que andan por la red, así que no voy a rebiografiarla otra vez, lo que haré es, como en otros posts, es ofreceros una breve bio y links donde leer más sobre ella, y ofreceros otras cosas que me parecen también muy interesantes; como la carta que escribió sobre su gran amiga Rosa Luxenburgo (que traduje porque estaba en inglés, sed buenos con mi traducción jeje), así como el discurso que dió en la Internacional socialista de mujeres, su artículo sobre Lenin y la condición de la mujer, que os dejo en link para el pdf y otros dos pdf de mismo interés.
Sin duda una gran mujer, una gran feminista que luchó por los derechos de las mujeres en tiempos verdaderamente convulsos y una pieza clave, junto con Rosa Luxemburgo, en el socialismo europeo.
Nació el 5 de julio de 1857 en Wiederau, Sajonia Imperio alemán, y falleció con 75 años el 20 de junio de 1933 en Moscú, URSS.
Estudió magisterio en Leipzig y, desde muy joven, mantuvo contacto con las juventudes del Partido Socialdemócrata alemán. Su relación con los revolucionarios rusos propició su matrimonio con un joven exiliado de esa nacionalidad: Ossip Zetkin. Cuando Bismarck prohibió el Partido Socialdemócrata en 1881, Clara Zetkin decidió exiliarse por imposición propia, y pasó la mayor parte de la década en Suiza y París. Allí escribió y distribuyó literatura clandestina, y también conoció a numerosos líderes socialistas internacionales.
Casi diez años después, y tras participar en el congreso fundacional de la Segunda Internacional Socialista en 1889, regresó a Alemania y, desde Stuttgart, editó el periódico de mujeres socialistas Die Gleichheit ("Igualdad"), que se publicó entre 1892 y 1917, e intentó la reorganización de la sección femenina del partido. En 1907 fue colaboró en la fundación del Congreso Internacional Socialista de Mujeres, y en 1910, en el contexto de otra conferencia de mujeres socialistas celebrada en Copenhague, propuso que el 8 de marzo fuese el Día Internacional de la Mujer, resolución que quedó aprobada desde entonces, día propuesto en honor a las mujeres asesinadas en los sucesos de la fábrica Sirtwood Cotton de Nueva York.
8 de marzo de 1857 Un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, fueron asesinadas más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.
Casi diez años después, y tras participar en el congreso fundacional de la Segunda Internacional Socialista en 1889, regresó a Alemania y, desde Stuttgart, editó el periódico de mujeres socialistas Die Gleichheit ("Igualdad"), que se publicó entre 1892 y 1917, e intentó la reorganización de la sección femenina del partido. En 1907 fue colaboró en la fundación del Congreso Internacional Socialista de Mujeres, y en 1910, en el contexto de otra conferencia de mujeres socialistas celebrada en Copenhague, propuso que el 8 de marzo fuese el Día Internacional de la Mujer, resolución que quedó aprobada desde entonces, día propuesto en honor a las mujeres asesinadas en los sucesos de la fábrica Sirtwood Cotton de Nueva York.
8 de marzo de 1857 Un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, fueron asesinadas más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.
Discurso que dió en la Internacional socialista de mujeres de 1912:
“Mujeres socialistas de todos los países, en unión inseparable con la Internacional Socialista, combatan contra la guerra. La guerra moderna significa destrucción masiva y matanza masiva. Pero la guerra sólo es la extensión de la matanza masiva que el capitalismo desata cada hora de cada día contra los proletarios. Año tras año, cientos de miles de víctimas caen en el campo de batalla laboral de las naciones capitalistas desarrolladas, muchas más victimas que en cualquier guerra. Entre esas víctimas, las mujeres son un número cada vez mayor. La guerra es sólo la explotación masiva más alocada por medio del capitalismo. Son los hijos de los proletarios quienes deben enfrentarse, matarse entre sí. Las mujeres y las madres deploran ese crimen y no sólo porque mutila los cuerpos de sus propios familiares, sino también porque destruye las almas. La guerra amenaza con todo los que las madres enseñan a sus hijos sobre la solidaridad y la comunidad internacional. Las mujeres pueden instilar en sus hijos profundos sentimientos contra la guerra, pero esto no significa que las mujeres no quieran hacer sacrificios. Ellas saben que es necesario luchar y morir en la lucha por la libertad. La lucha contra la guerra, y la lucha por la libertad, no pueden librarse sin las mujeres”.
Amiga personal de Lenin y de la escritora y activista revolucionaria Rosa Luxemburgo, Zetkin organizó la primera conferencia internacional de mujeres contra la Primera Guerra Mundial (1915); fue cofundadora de la Liga Espartaquista en 1916 y se unió al nuevo Partido Comunista de Alemania en 1919, en el seno del cual llegó a ser miembro del Comité Central y del Reichstag desde 1920.
Fue elegida para la presidencia de la Tercera Internacional en 1921, pero a partir de entonces pasó cada vez más tiempo en Moscú, especialmente a raíz del auge del nacionalsocialismo. Tras la muerte de Lenin en 1924, empezó a perder gran parte de su anterior influencia. Entre 1957 y 1960 se publicaron en Berlín oriental tres volúmenes de sus obras selectas con el título de Ausgewählte Reden und Schriften(Escritos y discursos seleccionados).
Biografía breve extraída de Biografías y Vidas, para una bio más extensa --> AQUÍ
Cronología relevante en la vida de Zetkin:
1891: Íntima amiga de Rosa Luxemburgo, asesinada en Berlín en 1919, editó entre 1891 y 1917 el periódico 'Igualdad' ('Die Gleichheit'), una revista bimensual para mujeres trabajadoras.
1907: 10.500 mujeres formaban parte del SDP en 1907, cuando tuvo lugar la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de Sttutgart, Alemania, en la que se funda la Internacional Socialista de Mujeres y se nombra Secretaria Internacional a Zetkin.
1916: Durante la I Guerra Mundial, fue abiertamente antibelicista y detenida en varias ocasiones por oponerse a la guerra. Esta postura la lleva a romper con el SDP y, en 1916, es una de las fundadoras del Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania (USPD).
1919: Tras la Revolución Alemana se une al Partido Comunista Alemán (KPD).
1920: Entrevista a Lenin y publica su famoso artículo 'Lenin sobre la cuestión femenina'. Se convierte en representante del KPD en el Reichtag, la cámara legislativa de la República de Weimar (equivale al actual parlamento o Bundestag).
Entre 1921 y 1933 ocupa diferentes puestos dentro de la izquierda alemana, tanto en los órganos de los partidos como en el comité internacional socialista.
1933: Tras la llegada de los nazis al poder se exilia a la Unión Soviética.
****Breve video homenaje a Clara Zetkin en youtube.
Carta de Clara Zetkin sobre Rosa Luxemburgo (traducida)
Rosa Luxemburgo fue una mujer de voluntad indomable. Su severo autocontrol puso freno al ardor de su temperamento fogoso, velandolo, dejando ver una actitud hacia el exterior reservada y tranquila. Dueña de sí misma; ella fue capaz de dirigir a otros. Su delicada sensibilidad tuvo que ser protegida de las influencias externas. Su aparente frialdad y reserva estricta eran la pantalla detrás de la cual estaba oculta una vida de tierno y profundo sentimiento; una gran cantidad de simpatía que no se detiene ante el hombre, pero abrazó a todos los seres vivos, y rodeó el mundo como un todo unido. De vez en cuando Rosa Roja, cansada y desgastada por el trabajo, se detendría en su camino para recoger a una oruga parásita y reemplazarlo en su hoja apropiada. Su corazón compasivo calentó al sufrimiento humano y se hizo más tierna según pasaron los años. Siempre encontró tiempo para prestarle oído a aquellos que necesitaban asesoramiento y ayuda; Con qué frecuencia se dan con alegría por su propio placer con el fin de socorrer a los que acudían a ella en su necesidad. Una severa tarea-dueña de sí misma, trató a sus amigos con una indulgencia instintiva; sus problemas eran más sangrantes para ella que los suyos propios. Como un amigo que era un modelo tanto de la lealtad y el amor, de la modestia y la solicitud suave. Con qué cualidades raras fue dotada, esta "fanática decidida"! Como impregnada con el pensamiento y la vivacidad era su trato con los íntimos. Su reserva natural y la dignidad le habían enseñado a sufrir en silencio. Nada era inalcanzable para ella. Pequeño y delicado en el cuerpo, Rosa tenía, sin embargo, una energía que no tenía rival. Ella hizo las demandas más implacables sobre sus propios poderes de trabajo, y ella logró resultados positivos sorprendentes. Cuando parecía que ella iba a sucumbir al consecuente agotamiento sobre sus labores, se embarcarba en otra tarea exigente pero con mayor gasto de vitalidad. Se llevaron a cabo este tipo de esfuerzos "con el fin de darme un descanso". Rara vez se escuchó en sus labios la frase, "no puedo"; con mayor frecuencia se escucharon las palabras: "Es preciso". Su frágil salud y las circunstancias desfavorables de su vida no disminuyó su vigor. Sometida a duras pruebas por enfermedades corporales, abarcadas con dificultades, se mantuvo fiel a sí misma. Su sentido de la libertad hacia el interior alisaba todos los obstáculos de su camino.
El camarada Mehring tenía razón en afirmar que Rosa Luxemburgo fue una de las seguidoras más perspicaces e inteligentes de Marx. Dotada con astucia y con total independencia de pensamiento, se negó a aceptar cualquier fórmula tradicional en la confianza; sondeó cada idea, cada hecho, que de este modo adquiere un valor especial y personal para ella. Ella combinó en un grado poco común el poder de deducción lógica con una comprensión aguda de la vida cotidiana y su desarrollo. Su mente intrépida no se contentaba con saber la teoría de Marx para dilucidar las doctrinas del maestro. Llevó a cabo investigaciones independientes, y continuó la obra de la creación, que es la esencia misma del espíritu de Marx. Ella poseía una notable capacidad de exposición lúcida, y siempre podía encontrar las palabras más aptas con las que expresar sus pensamientos en toda su plenitud. Rosa Luxemburgo no estaba satisfecha con las disquisiciones teóricas insípidas y secas tan queridas por nuestros eruditos socialistas. Su discurso fue brillante y simple; que brillaba con ingenio y estaba llena de humor mordaz; parecía ser la encarnación de entusiasmo, y reveló la amplitud de su cultura y de la riqueza sobreabundante de su vida interior. Ella era una espléndida teórica del socialismo científico, pero no tenía nada en común con los pedantes insignificantes que seleccionaban su sabiduría desde unos pocos trabajos científicos. Su sed de conocimientos era insaciable. Su mente receptiva, su comprensión intuitiva, se dirigió a la naturaleza y al arte como a una fuente de la felicidad y la perfección moral.
El socialismo fue para Rosa Luxemburgo una pasión dominante que absorbe toda su vida, una pasión a la vez intelectual y ética. La pasión la consumió y se transformó en el trabajo creativo. Esta mujer rara vez tenía más que una ambición, una tarea en la vida - para prepararse para la revolución que iba a abrir el camino al socialismo. Su mayor alegría, su sueño, era vivir para ver la revolución, para tomar su parte en las luchas. Rosa Luxemburgo dio al socialismo todo lo que tenía para dar; no hay palabras que puedan expresar la fuerza de voluntad, el desinterés y la devoción, con la que sirvió a la causa. Ella ofreció su vida en el altar del socialismo, no solo en la muerte, pero sí en los largos días de sus trabajos, en las horas, las semanas y los años consagrada a la lucha. Por lo tanto adquirió el derecho de exigir a los demás que también deberán sacrificar todo por el Socialismo - todo, incluso la vida. Ella era la espada, que era el fuego, de la revolución. Rosa Luxemburgo seguirá siendo una de las más grandes figuras de la historia del socialismo internacional.
-Carta original en inglés de Clara Zetkin sobre Rosa Luxemburgo en marxists.org
-Artículo de Zetkin: "Lenin sobre la cuestión femenina" (en inglés) en marxists.org
-Zetkin, Clara: La cuestión femenina y el reformismo, Anagrama, Barcelona 1976. (en pdf)
-Cabral, Jean-François: Clara Zetkin y el origen del 8 de Marzo, www.sinpermiso.info, 8 de marzo 2014. (en pdf)
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