BIANCA LAURA SAIBANTE

Poeta, escritora y saloniere.

Defensora de la educación de las mujeres.

Bianca Laura Saibante, nació un 17 de mayo de 1723 y se educó en el convento de las Ursulinas de Trento, donde aprendió a leer y escribir en italiano, alemán y francés, a dibujar y bordar, desarrollando también una marcada predisposición a la pintura, antes de confiar a Girolamo Tartarotti para profundizar el estudio. de la literatura y la filosofía. Habiendo muerto su padre prematuramente en 1743, Saibante obtuvo una autonomía casi completa de su madre, sacando a luz en 1748 una 'conversación doméstica' que se reunía semanalmente en su casa con su hermano Francesco Antonio y algunos amigos, incluyendo a Giuseppe Valeriano Vannetti (1719 -1764). A fines de diciembre de 1751, fue el mismo Vannetti el que propuso transformar la conversación doméstica en una "academia privada" llamada "degli Agiati" para significar que, operando a gusto,Festina lente» (GV Vannetti, Notizie delle cose impresa por los académicos , en « Le cetere ... » , editada por M. Gentilini, 2000, p. 34). Para la empresa, Saibante propuso una pirámide en la que trepa un caracol, coronada por el verso de Petrarchian "Giunto il vedrai per vie long e distorsorada" ( Rerum vulgarium fragmenta37, 24). Como nombre académico anagrama, Saibante eligió a Atalia Sabina Canburi. Cuatro años mayor que ella, Vannetti pronto se entrelazó con Saibante, un vínculo amoroso que duró siete años intensos y resultó en matrimonio, celebrado en privado el 27 de febrero de 1754 y animado en noviembre del mismo año por el nacimiento de su único hijo, Clementino. Esta relación constituyó un elemento de cohesión para el pequeño grupo académico. El hecho de que su relación se vivió inicialmente sin fines matrimoniales explícitos se debió al estatus de Vannetti como cadete, beneficiario de un fideicomiso, sin la posibilidad de tener sus propios activos. En consecuencia, la cláusula matrimonial según la cual los cónyuges obtuvieron un alojamiento de catorce habitaciones en el segundo piso de la casa Saibante.

La apertura cultural de la Accademia degli Agiati fue evidente de inmediato: en el primer año y medio los miembros se enfrentaron a autores como Baruch Spinoza, Renato Cartesio, John Locke, Isaac Newton, Christian Wolff, Christian Thomasius, Charles-Louis de Montesquieu y Pierre Louis Maupertuis. . Sin embargo, aunque el número de académicos pasó en quince años, de 5 a 463, haciendo de la Accademia degli Agiati uno de los principales centros de conexión entre la cultura italiana y alemana, hasta el final de siglo, la asociación habría mantenido su hogar en la casa. Saibante. Bianca Laura continuó dirigiendo la vida de la Academia incluso después del matrimonio y el nacimiento de su hijo, realizando todas las actividades en el hogar, para reabsorber su principal papel público en una dimensión formalmente privada. Si bien Vannetti fue electo secretario académico por nueve años consecutivos, Saibante ocupó el cargo de 'agiatissima' en numerosas ocasiones, presentando al menos una composición en verso o prosa mensualmente. Su actividad fue particularmente intensa hasta el nacimiento de su hijo y continuó en la década siguiente hasta la muerte de su esposo, que se produjo a principios de julio de 1764. Dedicada en los primeros cuatro años a la poesía petrarquiana y la novela lúdica de origen toscano, Saibante pasó posteriormente a la mayoría serio razonamiento en prosa, alternando con sonetos y traducciones deLa Biblia.

De los 1753-54 son los dos primeros discursos sobre la condición de las mujeres que siguieron, uno por año, en los siguientes ocho años.

Ya en la disertación sobre las ocupaciones de mujeres en la antigüedad y en el razonamiento posterior. Si es mejor para las mujeres bordar o coser (6 de junio y 30 de agosto de 1754), Saibante se refirió al ideal bíblico de la "mujer fuerte", proponiendo un modelo femenino de Casera eficiente y madre sabia de una familia, siempre con la intención de realizar un trabajo útil, que involucre tanto habilidades específicas como cualidades artísticas; reevaluando las artes domésticas como nobles y útiles, contra el desprecio de que eran objeto, y deteniéndose en el bordado, en comparación con la pintura, lo que habría permitido que incluso mujeres no nobles logren la independencia económica.

Con el razonamiento en torno al espíritu de la mujer (29 de abril de 1755), Saibante entró en el corazón del debate filosófico contemporáneo, tocando un tema delicado como la igualdad del espíritu en los dos sexos. La pregunta había sido re-propuesta en años anteriores por varios autores.

Cuidadosa de no violar las convenciones sociales de la época pero decidida a afirmar la igualdad perfecta entre los dos sexos, Saibante escribiría, "totalmente despojado [...] de la rueca y el huso", abogó por un igualitarismo espiritual que esperaba una "mujer elegante y sabia. y aprendió", capaz de "hacer su apariencia brillante ante el mundo" (Discursos y cartas ... , 1781, pp. 14, 22), de hacer el mejor uso de los regalos recibidos y no abusar de ellos. El papel privado y el papel público de la "mujer de espíritu" no deberían haber estado en contraste, sino en una relación de continuidad y complementariedad, como parecía ocurrir incluso en las esferas más altas, según el ejemplo de la emperatriz María Teresa, ama de casa, esposa. Y madre primero y más allá de la mujer de estado.

Razonamiento posterior Sobre el significado de los ritos realizados por las mujeres romanas antiguas durante algunos sacrificios y sobre el uso que las mujeres tienen de llevar flores sobre sus cabezas (1 de julio de 1755 y 1 de abril de 1756) representan el resultado de una investigación erudita sobre fuentes clásicas y Una disquisición aprendida sobre la antigua costumbre de adornar la cabeza con flores. El debate filosófico vuelve a la vida con Epistola a Mentore en torno al retiro de mujeres (28 de marzo de 1758), que recuerda una expresión utilizada en ese momento para indicar una de las virtudes más femeninas, junto con la honestidad y la castidad.

En respuesta a aquellos que la habían regañado por descuidar a la Academia en favor de la vida doméstica, Saibante afirmó su propio acto de libertad, dirigido a una vida más retraída y aislada, alabando con orgullo su papel como esposa y madre sabia, según el Esquema bíblico de la 'mujer fuerte'. La conversación civil no era de ninguna manera reprensible en sí misma, pero solo era reprensible si los deberes familiares se sacrificaban a ella. Saibante concluyó su Carta con un elogio de las virtudes domésticas más tradicionales.

En los últimos tres discursos, dedicados a la naturaleza y los defectos de las mujeres , el enfoque se centra en tres aspectos de la condición femenina: orgullo, curiosidad y abuso de precedencia. En Razonamiento en torno a las mujeres (3 de abril de 1759), Saibante se inspiró en una condena convencional de la arrogancia femenina, fomentando "la calumnia, la discordia, las disputas meticulosas, la mentira", para identificar una de las posibles causas de tal comportamiento en hombres halagadores "que pretenden ser amigos en nuestros hogares todo el tiempo" (Discursos y cartas ... , 1781, p. 45 y 47).

Contrariamente a la práctica del cicisbeismo (en español chichisbeo, se refiere al acto del cortejo), pero consciente de que la mujer estudiosa podía mantener relaciones sociales y epistolares, Saibante advirtió a sus colegas académicos que estimulen a las mujeres en el estudio: las sabias tenían a su juicio que aceptar ser educadas por hombres sabios, preservándose de los defectos femeninos, pero su subordinación debía limitarse a esto.

El razonamiento se desarrolló aún más en el discurso En torno a la precedencia otorgada a las mujeres (31 de agosto de 1760), en la cual Saibante reflexionó sobre el origen de la muy antigua costumbre de renunciar al derecho y dar prioridad a las mujeres, una costumbre que dijo "aparentemente no". Culpables, pero en sustancia muchos loables no son dignos », como« como las instalaciones, que se usan para los enfermos, así como las cortesías hacia las mujeres, no significan reverencia, sino compasión» (Discursos y cartas ..., cit., p. 51), continuando con una valiente denuncia de la condición de inferioridad jurídica que sufren las mujeres. Fueron los hombres quienes alimentaron los defectos de la misma, echándolos a perder y presentando su comportamiento según lo dictado por los nobles sentimientos, pero en realidad disfrazando su desprecio por el otro sexo. Citando como modelo a las mujeres de la Roma republicana, educadas severamente y separadas de los hombres, pero tratadas por ellas como iguales, Saibante reclamó igual dignidad para las mujeres de su tiempo, ahora capaces de renunciar a privilegios innecesarios a cambio de una mayor consideración.

La Epístola al valiente Messer Mentor (5 de agosto de 1761) concluye la trilogía: si la curiosidad excesiva se considera un defecto, ciertamente surge de la necesidad de llegar a los campos para las mujeres tradicionalmente embargadas. La curiosidad se transfiguró en la misma sed virtuosa de saber que él había llevado a los hombres a "conversar con Sócrates, Platón, Aristóteles y otros modernos". La epístola se cierra con un elogio de la Ilustración, aunque tenue y moderado: "Si uno nace y se cría en la oscuridad, no podrá saber, y mucho menos hablar de la Luz. Por esa razón, cuando vemos que las mujeres rastrean las cosas en su sexo y en su trabajo adecuado, no debemos ser inmediatamente acusadas de ser curiosas, ya que es demasiado necesario tomar la Luz para no mentir en la ignorancia perpetua, que a menudo abunda. en aquellos que no muestran genio, o no tienen forma de aprender" (Discursos y letras ... , cit., p. 62).

La Carta sobre la educación del hijo único, la última disertación académica presentada en 1766, propone una posición bastante anómala: la de una madre culta que se ocupa de la educación de un hijo varón adolescente fuera de los esquemas habituales. Clementino Vannetti, de hecho, había sido educado por su padre con cierta severidad y con un plan preciso que incluía el aprendizaje del latín, las matemáticas y las lenguas extranjeras. Bianca Laura había continuado en este camino, como lo demuestran las referencias a su hijo de doce años, caracterizado por el uso más confidencial de su persona, pero no menos grave que el paterno.

Consciente de cumplir una función masculina, justificada por la reciente viudez, Bianca Laura recordó los deberes de su hijo, anteponiendo los principios clásicos de la educación noble a los nuevos principios inspirados en el sentido de utilidad y destinados a formar un ciudadano consciente: en particular Aprendizaje de ciencias naturales, ciencias agrícolas, derecho, lengua alemana, retórica, lógica y filosofía moral. Juzgando estas disciplinas indispensables para la vida, afirmó que temas como la poesía italiana, el francés, la música y las artes caballerescas, aunque importantes, podrían fácilmente ser relegados a un segundo plano.

Con la entrada de Clementino Vannetti en la Academia, en 1772, Bianca Laura se hizo a un lado para permitir que su hijo asumiera el liderazgo de la asociación fundada por sus padres; El joven, sin embargo, solo seguiría en parte los consejos maternales, negándose a cultivar lenguas extranjeras y cultura científica. Bianca Laura mantuvo hasta el final una presencia significativa y una figura de referencia para la cultura Rovereto, como lo demuestra la publicación de una selección de sus escritos en 1781, editado por su hijo. De repente, Clementino murió en 1796, a solo cuarenta y dos años, su madre lo siguió unos meses después, el 6 de marzo de 1797.

Fuente:
Traducción del artículo de Gian Paolo Romagnani - Diccionario biográfico de los italianos - Volumen 89 (2017)